lunes, 27 de febrero de 2017

B)GUERRA DE INDEPENDENCIA

El 2 de mayo de 1808 el pueblo Madrid se levantó en armas para impedir el traslado del resto de la familia real a Francia; de esta forma improvisada se inició un violentismo enfrentamiento armado que fue a la vez una revolución, guerra de liberación nacional y, en cierto modo, guerra civil, con su secuela de exiliados con posterioridad al conflicto. La guerra de independencia puso a prueba el carácter de los españoles al unirlos a todos, con independencia del grupo social o de la procedencia territorial, ante un enemigo extranjero, pero también sirvió para la consecución de unos ogros políticos que se manifestaran en la aparición de unas nuevas instituciones: las untas locales y provinciales y en la Junta Suprema Central.
La primera fase de la guerra abarcó de mayo-junio de 1808 hasta noviembre del mismo año con la presencia de España del propio Emperador. El plan de batalla implicaba la división del ejército francés buscando conquistar lo más rápidamente posible los puertos (Cádiz, Lisboa, Barcelona) y zonas de Levante y Andalucía. Al principio todo estaba a su favor, pero unos reveses importantes, derrota de Bailén de los franceses mandados por Dupont a manos del general Castaños y capitulación del general Junot en Cinta después de encontrarse con un ejército ingles en Portugal, hicieron que Napoleón se tomase más en serio la campaña pues a estas alturas los franceses no superaban la línea del Ebro.
La segunda fase de la guerra va de noviembre de 1808 hasta 1812. En estos momentos aparece el ejército francés de las victorias europea. El principal rasgo que define esta etapa es el pleno dominio francés, basado en el control de los principales núcleos urbanos. Este despliegue provocó la derrota de Tudela donde estaban concentradas las tropas españolas. En diciembre se produce la capitulación de Madrid y el repliegue hasta La Coruña de las tropas inglesas del general Moore. El ejército del Centro había sido derrotado en Uclés.
Por estas fechas se había llegado a Andalucía e incluso se intentó conquistar Cádiz que se defendió valientemente y en la cual se había instalado la Junta Central.
La tercera fase de la guerra coincide con la campaña de Napoleón en Rusia. Se produce la contraofensiva española e inglesa que tiene como resultado la derrota de Marmont en Arapiles.
En 18012 se desencadena un gran movimiento de tropas que empuja al ejército francés hasta los Pirineos con las derrotas de Vitoria y San Marcial, cerca de San Sebastián lo que obliga a José I a abandonar la península. En 1814 todavía quedaban fuerzas francesas en Cataluña que se irán progresivamente retirando.


Este conflicto tuvo como aspectos positivos la posibilidad de dar un giro político de gran trascendencia en el futuro y afirmar la voluntad de unidad de los españoles a la hora de defender su propia libertad. Pero no se ve plenamente cumplido por la falta de cohesión interna de todos los grupos sociales y los diferentes intereses políticos que pugnaban en España por alcanzar la supremacía.

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